INFLUENCIA HISTÓRICA EN LA MODA DECIMONÓNICA

Esta entrada tratará sobre la influencia que la moda de períodos anteriores tuvo sobre la del siglo XIX inglés. La influencia en los vestidos decimonónicos provenía de muchas culturas y épocas diferentes, pero algunas fueron más utilizadas como la cenefa de colores vivos de los antiguos vestidos escoceses, la cintura alta y la falda recta recordando el estilo neoclásico o las mangas abultadas del Renacimiento. Aún así, a medida que avanzaban las décadas la moda iba encaprichándose de una u otra época. Por ejemplo, el típico vestido greco-romano que ya hemos mencionado fue más usual durante la primera mitad del siglo XIX, contrariamente, ya empezado el reinado de la reina Victoria los vestidos se interesaron en reseguir la figura del cuerpo y exagerarla, de modo que en los años sesenta aparecieron las faldas abultadas por detrás y aplastadas por delante o en la siguiente década los "vestidos princesa", en que el cuerpo y la falda eran de una sola pieza para dibujar bien las curvas femeninas.

1. Vestido de mujer de seda guarnecido de galón trenzado. Forrado con lino. Inglés, alrededor de 1805.

Uno de los aspectos importantes al hablar es la ornamentación que adquirieron de otros estilos, ya que nos encontramos con muchos ejemplos de pequeños detalles adaptados a la contemporaneidad del momento. Algunos de ellos eran los cuadros escoceses que se utilizaron aún más durante la época de la reina Victoria ya que sentía una gran pasión por Escocia, los motivos entrelazados recordando los dibujos celtas sobre objetos de piedra, metal o manuscritos encontrados en Gran Bretaña e Irlanda, o los gruesos botones imitando las casacas masculinas y los complejos puntos de nido de abeja adquiridos del siglo anterior.

2. Punto de nido de abeja de un vestido hecho de seda "pongee". Liberty & Co. Londres, 1893-1895.

Uno de los ornamentos curiosos a comentar son los dibujos representando leyendas caballerescas medievales que se pusieron de moda durante los años treinta y cuarenta a causa de la fascinación que la aristocracia tenía por la caballería medieval.

3. Chaleco masculino de lana con espalda de forro de algodón. Inglés, alrededor de 1839.

Finalmente subrayaremos el destacado papel que tuvo el siglo XVIII en la moda posterior, teniendo en cuenta que son muchas las referencias con que nos encontramos. En la moda masculina vemos en los sobretodos los botones de detrás cosidos a la altura de la cintura. Por lo que respecta a la femenina, a principios de siglo se ajustaron las costuras de la espalda de modo que dibujaban un rombo para hacer la silueta más esbelta, más adelante se aplicó una sobrefalda drapeada inspirada en la polonesa y en el caso del pecho se hizieron piezas abiertas por delante imitando el estilo de 1770 que copiaba los retratos de Rubens del siglo XVII.

4. Chaleco masculino de terciopelo de seda con espalda de seda. Inglés, alrededor de 1850.

Información extraída de: JOHNSTON, Lucy. La moda del siglo XIX en detalle. Ed. Gustavo Gili. Barcelona: 2006